La Arena Afición de Pachuca celebra un aniversario más como uno de los templos más emblemáticos de la lucha libre mexicana en Hidalgo. Este recinto, inaugurado el 31 de enero de 1952, no solo ha sido el escenario de grandes luchadores y luchadoras, sino también el punto de encuentro de una comunidad que siente y vive la lucha libre como parte de su identidad cultural.
La lucha libre ha trascendido al entretenimiento, entrelazándose directamente con el imaginario popular colectivo, convirtiéndose en un símbolo de la diversidad cultural y “mexicanidad”, reconocido mundialmente. No obstante, a pesar de ser una manifestación cultural profundamente enraizada en México, ha sido objeto de prejuicios y estereotipos a lo largo de los años, ya que, con frecuencia, se le identifica como un deporte "del pueblo" en el sentido despectivo, asociándola como una actividad que denota pobreza económica o intelectual. Estos estereotipos se basan en una idea reduccionista que ignora el trasfondo cultural y el significado profundo que la lucha libre tiene. ¿Y este, cuál es?
La lucha libre no es solo un deporte o una práctica de recreación; es una manifestación de la cultura popular mexicana, es una expresión de identidad que, a través de una larga tradición, se ha transmitido de generación en generación, permitiendo exponer la riqueza de nuestras costumbres, creencias y valores, por ello es considerada como patrimonio cultural inmaterial de México. Más que un medio de entretenimiento, es un medio de difusión de símbolos, técnicas, conocimientos y saberes, que, más allá del cuadrilátero, representan un reflejo de la sociedad y de la identidad mexicana.
En este contexto, las arenas fungen como espacios de representación y transmisión; más allá de ser simples recintos deportivos; se instauran como medios de difusión y conservación cultural, ya que albergan a cientos de personas que encuentran en la lucha libre una forma de entretenimiento, pero también un vínculo con su comunidad y con la historia que los representa.
Además de los luchadores, la arena también es un punto de encuentro para una variedad de actores sociales que forman parte de este ecosistema cultural. Los vendedores, los réferis, los anunciadores, los taquilleros, los aficionados, etc. conforman una red de personas que, cada semana, contribuyen al funcionamiento y la atmósfera única de la arena. Estos actores, sociales, muchas veces invisibles en la narrativa oficial de la lucha libre, son esenciales para que este espacio siga siendo un referente en Pachuca y en el ámbito nacional.
La Arena Afición, no solo es un espacio físico donde se dan espectáculos, sino también un punto de encuentro donde se preservan y celebran tradiciones, valores comunitarios y una identidad colectiva que define a la lucha libre mexicana. Su conservación y respeto es fundamental para valorar, difundir y mantener vivo este patrimonio.
La Arena Afición, no solo es un espacio físico donde se dan espectáculos, sino también un punto de encuentro donde se preservan y celebran tradiciones…
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