En esta era tecnológica los nuevos pitagóricos, es decir, los gurús de la tecnología, han conquistado al mundo con sus innovaciones. También han creído que controlan además de las leyes matemáticas, las cuales hacen los algoritmos de sus creaciones tan importantes en la actualidad. Sin embargo, desafían las leyes terrenales, así como a las autoridades, tribunales y sentencias. Creyéndose superiores a los gobiernos y al resto de la humanidad.

En ese orden de ideas, hace unas semanas se dio una sentencia histórica en los Estados Unidos que, como se mencionó en este espacio, un tribunal condenó a Google por ser un monopolio. Ahora tocó a las autoridades francesas en donde Pável Dúrov, empresario de origen ruso y fundador de la app de mensajería Telegram, fue detenido en el aeropuerto de Le Bourget, París. Fue acusado de no cooperar con las autoridades para impedir el tránsito de contenidos ilícitos en la aplicación que administra, tales como pornografía infantil, tráfico de drogas y crimen organizado, entre otros.

Telegram, creada en 2013, cuenta con aproximadamente 950 millones de usuarios en el mundo, lo que la convierte en la aplicación de mayor competencia para WhatsApp. Sobre todo por la promesa de total secretismo de los mensajes que se intercambian en la misma, lo cual representa el medio idóneo, pero ilegal para que los delincuentes realicen sus operaciones ilícitas sin recato alguno.

Ejemplo de lo anterior es que desde hace aproximadamente una década, tras los atentados suscitados en Francia, dicha app estaba en las investigaciones derivadas de tales acontecimientos.

Dúrov, férreo defensor de la libertad de expresión, se ha negado a coadyuvar con las autoridades. A su vez, creadores de diversas redes sociales han comparecido ante el Senado de EU, para ofrecer una disculpa a las familias que han sufrido alguna afectación por el descontrol que existe.

Pero no todos los directivos de las tecnológicas son "diablitos", pues también existen "ángeles" como Susan Wojcicki, exdirectora ejecutiva de YouTube del 2014 al 2023, quien falleció el pasado 9 de agosto tras ser diagnosticada con cáncer de pulmón hace dos años. Se encontraba en la lista de Forbes de las 100 mujeres más poderosas del mundo. Fue la empleada número 16 de Google en sus inicios y endureció la política de YouTube sobre contenidos que consideraba que pudieran violar sus políticas de odio y violencia.

Narra la leyenda que, en el garaje de la casa de Susan se fundó al gigante tecnológico Google. En virtud de que ella, junto con su esposo Dennis Troper, le rentaron dicho espacio a Larry Page y Sergey Brin, constituyéndose ahí la primera oficina del coloso tecnológico. Además, una de las hermanas de la citada exdirectora de YouTube, Anne Wojcicki, fue la primera esposa del citado Sergey Brin.

Tristemente, algunos gurús tecnológicos se olvidan del ejemplo de personas que se inspiraron en el humanismo filosófico de Pitágoras y ponen en práctica el egoísmo depredador en los gigantes monopólicos.

Profundizando, la madre de Susan es la prestigiada periodista, profesora y educadora estadounidense Esther Wojcicki, graduada de UC Berkeley con un bachiller de arte en Inglés y Ciencias Políticas, conocida por sus alumnos como “Woj”. Ha sido docente de periodismo en la escuela de Palo Alto desde el año de 1987. Es autora de diversos libros tales como “Moonshots in Education”; “How to Raise successful People: Simple Lessons for Radical Results; “How to Raise Happy and Successful Children: Simple Lessons for Radical Results”, y “Panda Mama”. Su vinculación con la educación es su pasión y participa en The Google Teacher Academy (GTA).

Así que algunos líderes tecnológicos deberían de reflexionar y regresar a sus raíces, donde todo nació.

No todo es obscuridad, siempre hay y habrá seres de luz. Algunos ángeles se adelantan en el camino, pero dejan sus datos en esta era terrenal.

Abogado y activista, maestro en Ciencias Penales.

Autor del libro “Los filósofos en la era tecnológica. Los pitagóricos de hoy”.

@UlrichRichterM

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