Entre sorprendida y burlona, como es su característica, Xóchitl Gálvez recibió la noticia que se convertía en candidata a la Presidencia de la República por el Frente Amplio por México, una vez consumada la traición del PRI hacia Beatriz Paredes, su candidata.

Con esta nominación, la originaria de Tepatepec, se convierte en la primera hidalguense como candidata formal a la máxima magistratura del país. En el pasado, hubo vagos intentos de ex gobernadores quienes fincaron sus aspiraciones en meras especulaciones.

Gálvez Ruiz recorrió la entidad buscando vencer al priista Francisco Olvera en la carrera por la gubernatura, en ese entonces eran enemigos políticos, portadores de ideologías distintas porque ella abanderaba a la derecha y él, al centro, minucias que quedaron el pasado al meter en la licuadora del olvido aquellos principios que permitían los equilibrios necesarios en una sociedad que se afirma como democrática.

En reciente visita, la ahora candidata dejó muy claro que las afrentas que recibió de los militantes del PAN y por consiguiente de sus opositores más fuertes que era, entonces el PRI, quedaban en el olvido al haber ella “dado vuelta a la página”.

Y de este modo, sepultó la persecución que sufrió durante la campaña del 2010, según acusó en ese momento y decidió también olvidar el fraude electoral que postuló como gobernador a Olvera Ruiz con un reducido margen 44 mil votos. Con esa memoria frágil, Xóchitl Gálvez arranca una nueva aventura político-electoral de la mano de Carolina Viggiano con quien echa apuestas y le gana.

Sin duda, la secretaria general del CEN del PRI vio con simpatía la candidatura de Xóchitl e intervino en la toma de decisiones para elegirla como candidata, claro amparada con encuestas y procesos de elección que no llegaron a su conclusión.

Viggiano, fue una persona cercana a Beatriz Paredes, quien sin duda la vio nacer y crecer en política, desde aquellos tiempos en que la tepehuaquense era acompañamiento de los herederos de la familia Rojo Lugo.

Ahora, la dirigente le abre la puerta a la otrora opositora Xóchitl Gálvez dejando fuera a una priista, algo muy parecido a cuando entró con fórceps a la candidatura por el gobierno de Hidalgo con la bandera del panismo hidalguense y así vencer a Omar Fayad y sus pretensiones por colar a su delfín, Israel Félix en la jornada del 2022.

Estas dos traiciones, como son consideradas por aquellos priistas que fueron borrados de la lista de militantes tan sólo por no refrendar su simpatía, son momentos claves que inciden para que el PRI recobre alguna vigencia en la entidad, en donde gobernó 92 años de forma consecutiva.

Esta aventura presidencial fue experimentada en las filas del tricolor por quien fuera su presidente nacional, el huichapense Adolfo Lugo Verduzco; Manuel Ángel Núñez Soto con su autopromoción del aeropuerto en Tizayuca; más tarde Miguel Osorio, desde la Secretaría de Gobernación.

Nimiedades: En verdad, siempre es bueno gozar de nuevos espacios para la libre expresión. Bienvenido El Universal Hidalgo.

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