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A cinco años de la pandemia de Covid-19, los cambios estructurales desencadenados o acelerados por el shock dejaron secuelas persistentes en diversos sectores, registrando también rubros que crecieron a partir de la contingencia sanitaria, de acuerdo con Moody's.
Según un análisis de la firma, entre los impactos que aún se mantienen, está el trabajo híbrido que cambió el mercado inmobiliario de oficinas, mientras que se aceleró el auge de las redes sociales y la publicidad digital, lo que presionó a los medios de difusión tradicionales.
“Las tiendas minoristas tradicionales lucharon contra un rápido crecimiento en el comercio electrónico. Las ganancias de aerolíneas y cruceros se vieron impulsadas por un aumento de la demanda posterior a la pandemia, pero la deuda contraída durante la pandemia debilitó sus métricas crediticias. La pandemia empeoró los problemas del sector inmobiliario de China, lo que llevó a bajas de calificación del sector de la construcción”, explicó.
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En contraste, recordó que el impacto de la pandemia fue positivo para otros sectores, ya que obligó a las empresas y personas a adoptar rápidamente tecnologías digitales, lo que creó importantes oportunidades de ingresos para las empresas tecnológicas.
A su vez, los precios récord de algunos metales en 2021-2022 beneficiaron a las empresas mineras que utilizaron el exceso de efectivo para pagar deuda o para fusiones y adquisiciones que sumaron ganancias, fortalecieron y diversificaron sus negocios.
El impacto de la pandemia fue positivo para otros sectores, ya que obligó a las empresas y personas a adoptar rápidamente tecnologías digitales, lo que creó importantes oportunidades de ingresos. Foto: ARCHIVO/EL UNIVERSAL
En términos generales, Moody’s dijo que la pandemia de Covid-19 provocó un profundo shock en la economía mundial, que se reflejó en las bajas de calificación en 2020-2021.
“Cinco años después, la calidad crediticia promedio de las empresas que calificamos ha repuntado en gran medida hasta los niveles anteriores a la pandemia, gracias a la extraordinaria intervención gubernamental y a la rápida normalización de las condiciones una vez finalizada la crisis sanitaria. Sin embargo, en algunos sectores, los cambios estructurales desencadenados o acelerados por el shock dejaron secuelas persistentes”, explicó.
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La firma añadió que la volatilidad relacionada con la pandemia ocultó cambios estructurales en algunas industrias, pues las interrupciones de la cadena de suministro provocaron años de volatilidad de los precios, lo que alteró los patrones de compra de inventario y el comportamiento de los proveedores.
“Esto ocultó cambios estructurales en los productos químicos, que ahora enfrentan una reducción de existencias, disminución de la demanda y precios bajos. A pesar de las utilidades récord de 2023, el sector automotor tiene dificultades para alinear la producción y la demanda en medio de las transiciones de vehículos eléctricos/ híbridos y el aumento de la competencia por los productores chinos”, explicó.
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