Una de las pertenencias más valoradas por el ser humano es la libertad, la posibilidad de ir de un lugar a otro sin que nadie lo impida, la capacidad de elegir qué hacer con el tiempo, hacia dónde dirigir los pasos y la mirada.

¿Pero qué pasa cuando no podemos observar cada día lo que sucede en la calle, cuando nuestro universo se limita a cuatro  paredes y el contacto humano se da sólo a lo mucho con un puñado de personas.?

El secuestro es definido como aquel acto en que se priva de la libertad a una persona, las motivaciones pueden ser varias, incluso alejarse de la búsqueda del pago de una recompensa, el plagio puede ser originado o planeado con otros fines, ya sea políticos, tácticos, relacionado a la trata de personas, tráfico de órganos, explotación sexual, esclavitud, para intercambio de presos, todos ellos acompañados de un largo etcétera que desafortunadamente hace muy amplio el espectro de un crimen atroz como lo es el secuestro.

Encerradores: los peores criminales de la actualidad | Imagen ilustrativa
Encerradores: los peores criminales de la actualidad | Imagen ilustrativa

Existe una variante del secuestro que es poco explorada, complicada de ajustar con las catalogaciones antes mencionadas: aquella privación de la libertad que en ocasiones dura años, décadas completas, donde la víctima es condenada al total encierro, pero que no se da por motivaciones económicas o políticas, variante en la que la víctima no es negociada ni explotada laboralmente, simplemente es aislada del resto de la comunidad, encerrada en una habitación o un sótano sin que pueda ver la luz del sol durante largo tiempo.

Ha sido difícil nombrar de alguna manera este tipo de encierro, las características de agresores y víctimas no son uniformes, lo mismo se da entre familiares que con desconocidos, se puede aislar con fines sexuales o de con la intención de proteger exageradamente a una persona, los raptos son tan prolongados que las víctima suele darse por desaparecida por parte de las autoridades, al no haber comunicación entre los secuestradores y los familiares del sustraído, simplemente se le da carpetazo a los asuntos; se han presentado casos en que es la misma familia, el padre principalmente, es el responsable del plagio o aislamiento, incluso de familias enteras.

“Encerrados” ha sido la forma en que hemos llamado a este fenómeno, un hecho delictivo en que se combinan varios factores: secuestro, esclavitud, abuso sexual, aislamiento, pero en el que no se vislumbra la motivación económica. Encierros que se dan por ignorancia o perversidad, en el que la víctima puede padecer enfermedades de difícil trato, incomprensibles para sus familiares por lo que deciden aislarlos en cuartos, habitaciones, incluso jaulas.

Encerradores: los peores criminales de la actualidad | Imagen ilustrativa
Encerradores: los peores criminales de la actualidad | Imagen ilustrativa

El encerrador, por otro lado, es un sádico psicópata que nunca detendrá su deseo de poder y control contra la víctima, aún cuando ésta sea de la propia familia.

A diferencia de otros criminales de excepción como los asesinos seriales, los encerradores no detendrían el sufrimiento de la víctima causándole la muerte, sino que día a día castigarán y abusarán de sus encerrados, hasta que la suerte, la justicia o la muerte sea quien libere a los encerrados.

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