Un “gasto hormiga” es el consumo en cantidades pequeñas y frecuentes de un producto o servicio, a las que se les destina una parte importante de los ingresos, afectando finalmente las finanzas de las personas, de acuerdo con la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco).
“Este tipo de gastos se caracterizan por no tener planeación, la mayoría son compras por impulso y no están consideradas en el presupuesto de la población, son recurrentes y al hacerse en pequeñas cantidades, dificulta medir su impacto en su economía. Al volverse gastos cotidianos, se les da poca importancia, ya que se pierden en los gastos habituales”, apuntó.
Ejemplo de esto es la compra diaria de café, el desembolso frecuente en dulces y botanas, adquirir de manera habitual agua embotellada, entre otros hábitos que parecerían ser gastos que no afectan la economía de las personas, pero al sumarlos puede ser sorprendente la cantidad de dinero que se les destina.
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Así, la Profeco recomienda realizar compras razonadas, adquirir lo necesario y lo que se pueda pagar. También exhorta a hacer un presupuesto para ubicar los “gastos hormiga” y dimensionar el golpe económico que representan, por ejemplo, se puede anotar cuánto se gasta semanal, mensual y anualmente en productos que se acostumbren comprar, como café, goma de mascar, frituras, refrescos, etc.
Informó que es conveniente llevar los alimentos desde casa, en vez de comprarlos, como café y agua, así se puede generar un ahorro. En cuanto a los servicios que se tengan contratados (apps, plataformas streaming de video y audio, internet, televisión de paga) la dependencia aconseja evaluar las que realmente se utilizan y determinar el gasto máximo destinado para los días de ocio con la familia o amigos, evitando comprar por impulso.