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La llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos mantiene en vilo a millones de migrantes asentados en ese país. Las promesas de las deportaciones siguen pesando en las familias mexicanas y de otros países que por distintas circunstancias han abandonado sus naciones.
Sin embargo, muchos migrantes que han vivido durante muchos años o décadas en Estados Unidos dudan que la llegada de Trump se vuelva una cacería de migrantes.
Lourdes Parra, una mexicana que lleva cerca de 30 años asentada en Nueva York, señala que el gobierno de Trump no será muy distinto de los presidentes anteriores, sin embargo lo que teme es la llegada de más migrantes a través de las caravanas como ellos le llaman ha provocado que los empleos se abaraten.
Lourdes señala que deportaciones han existido siempre y no es un tema de Donald Trump, pues incluso durante la gestión de Barak Obama, que era demócrata, fue cuando mayor número de deportaciones hubo.
“En la época de Obama, “la migra” llegaba a las fábricas o algunas empresas y hacían muchas detenciones de indocumentados y los deportaban sin oportunidad de que fueran a sus casas por sus hijos”, dijo Parra.
Sin embargo con la llegada de Biden a la presidencia y la apertura para que llegaran miles de migrantes de centro y Sudamérica generó molestia entre los norteamericanos, pero más entre migrantes asentados.
Según Lourdes Parra, los migrantes asentados no ven justo que a los nuevos migrantes les den casi mil dólares de apoyo para iniciar un negocio y además una tarjeta para comida, mientras que los asentados deben pagar impuestos.
Otro problema que ha afectado la llegada de migrantes es que los salarios han disminuido, pues anteriormente, un mexicano tenía un salario mínimo de hasta 26 dólares la hora, pero ahora el salario mínimo oscila entre los 16 y 17 dólares la hora.
Otro problema que ha visto Lourdes es que los nuevos migrantes, sobre todo los jóvenes venezolanos se han integrado a las filas del crimen, ya sea para defraudar o invadir propiedades, lo que ha generado mucha antipatía con los ciudadanos norteamericanos y los migrantes establecidos que trabajan honradamente. Es por ello que mucha de la comunidad latina dio su voto a Trump.
Los migrantes indocumentados que llevan años en Estados Unidos saben que en cualquier momento pueden ser deportados, sin embargo también saben que mientras lleven una vida tranquila y sin problemas, su situación puede ser normal y que los años sigan pasando en sus trabajos en territorio norteamericano.
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