Con la entrada del frente frío número 13 varios estados de la República esperan la llegada de lluvias y fuertes vientos, advirtió el Servicio Meteorológico Nacional. Ante ello, las personas buscan alternativas para resguardarse y prevenir enfermedades.
Abrigarse, evitar espacios al aire libre y consumir alimentos abundantes en vitamina C son algunas de las medidas que las autoridades recomiendan para hacer frente a las condiciones climáticas que atraviesa el país.
Sin embargo, hay quienes optan por buscar fuentes de calor a base de combustibles o gas, pero esto podría ser un riesgo para la salud y aquí te explicamos por qué.
De acuerdo con la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil, el monóxido de carbono es un gas peligroso en esta temporada de frío. Este compuesto es tóxico, incoloro y producto de la combustión incompleta.
Lo anterior quiere decir que se produce mediante la quema de leña, al encender calentadores de agua, anafres y chimeneas como fuentes de calor ante las bajas temperaturas.
Al inhalar monóxido de carbono el cuerpo experimenta reacciones graves. Este gas ingresa por los pulmones y de ahí a la sangre, reemplazando el oxígeno que se respira de manera natural.
En consecuencia, el organismo reduce su capacidad para transportar oxígeno e impide el funcionamiento adecuado de las células, explica la Agencia para Sustancias Tóxicas y el Registro de Enfermedades de Estados Unidos.
Algunos síntomas de que una persona se ha expuesto a grandes cantidades de monóxido de carbono son:
En este contexto, resulta fundamental tener en cuenta las medidas de prevención emitidas por Protección Civil para disminuir el riesgo de intoxicación por monóxido de carbono. Durante épocas de frío se sugiere: